ETICA Y COMUNIDAD

Noelia Ochoa*

La Ética nos va a ayudar, aunque de modo indirecto, a obrar racionalmente en el conjunto de la vida entera, siempre que por razón entendamos esa capacidad de comprensión humana que arranca de nuestra inteligencia y que nos conduce a lograr las metas que perseguimos. Ahora bien, ese saber ético no es espontáneo, requiere trabajarlo desde el hogar y en todos los estratos de la educación formal de cada ciudadano.

Alcanzar este objetivo amerita la inclusión de contenidos éticos en todos los niveles del espectro educativo, de forma tal que se promueva una ética para la sustentabilidad que permita la necesaria reconciliación entre la razón y la moral de manera que los seres humanos alcancen un nuevo estado de conciencia, autonomía y control sobre sus modos de vida, haciéndose responsables de sus actos, hacia sí mismos, hacia los demás y hacia la naturaleza en la deliberación de lo justo y lo bueno. La ética no es solo un código moral de conductas permitidas y prohibidas, tampoco es simplemente la idea de comportarse bien de una manera convencional y sin transgresiones, sino que es siempre el efecto de un ser con otros que, de alguna manera, depende del relativismo cultural, de las creencias, supuestos básicos, acuerdos, principios, credos.

Educar en valores es algo que los profesionales de la enseñanza han hecho siempre, siguen haciendo y nunca podrán dejar de hacer. Toda acción educativa es ya una actividad cargada de valor, lleva incluido unos valores. Ningún profesor puede pretender, sin engañarse a sí mismo, que se limita a realizar una labor de transmisión de los conocimientos que corresponden a su especialidad. Nunca se puede sólo enseñar, se educa siempre. Por ello, el docente no puede verse sino como un agente moral, alguien cuyo trabajo puede ser entendido como un arte práctico en el que lo fundamental es la dimensión moral.

La educación en Venezuela y el mundo, en la actualidad necesita potenciar la inteligencia ética, para así lograr profundizar los conocimientos en beneficio de la humanidad. Los adelantos científicos y tecnológicos han incidido de manera importante sobre todas las cosas, los procesos educativos y las consecuencias de la actividad humana en sociedad, otorgando un desarrollo asombroso de conocimientos de la vida, que mejoran la capacidad de respuesta.

Cuando se habla de educación se engloba todos los niveles que ésta se constituye (preescolar, primaria, secundaria y superior); por lo tanto, educar en valores, evidentemente, recorre transversalmente todo el espíritu educativo.

*Estudiante de la Especialidad en Docencia Universitaria (UNERG, Venezuela)