Daynarama Marcano*

Por otro lado, hablamos mucho de convivencia armónica, de tolerancia, de diálogo, de solidaridad, un ser humano equilibrado no puede crecer y madurar sin recorrer el camino con los otros, en una relación de mutuo enriquecimiento. La realidad hoy, nos muestra una sociedad dividida, discriminadora, donde los diferentes grupos se separan cada vez más y tienen entre sí, una actitud antagónica, de enfrentamiento cargado de prejuicios, en lugar de una búsqueda de encuentro y superación de dificultades. Para disminuir esta situación, es importante saber que a riqueza de la humanidad está en su diversidad, pero tenemos que aprender a respetar y a vivir en la diversidad, donde todos y cada uno tienen un lugar singular; Es por ello, que la educación tiene un lugar privilegiado para promover el desarrollo de habilidades, actitudes y valores que favorezcan la convivencia justa y armónica.
*Estudiante de la Especialidad en Docencia Universitaria (UNERG, Venezuela)
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