Daynarama Marcano*
La unión de estos tres elementos básicos, nos permitirá como seres humanos la vinculación y concienciación cultural, moral y conductual. Todos sabemos que la educación nos orienta para conservar y utilizar los valores y costumbres, convirtiéndose en normas de convivencia social, que rigen el comportamiento moral de las personas. La moral, refleja y determina las cualidades y relaciones de los hombres de una comunidad o población, sus posibles estratos, su ideología, su justicia y creencias; además permite que el espíritu del hombre la asimile y la haga florecer, abriéndole múltiples caminos para su perfeccionamiento. Educar en valores es el clima que intentamos crear y que no puede lograrse si no somos capaces de asumir un compromiso firme en torno a unos valores básicos compartidos y expresados en nuestra práctica educativa docente.
Por otro lado, hablamos mucho de convivencia armónica, de tolerancia, de diálogo, de solidaridad, un ser humano equilibrado no puede crecer y madurar sin recorrer el camino con los otros, en una relación de mutuo enriquecimiento. La realidad hoy, nos muestra una sociedad dividida, discriminadora, donde los diferentes grupos se separan cada vez más y tienen entre sí, una actitud antagónica, de enfrentamiento cargado de prejuicios, en lugar de una búsqueda de encuentro y superación de dificultades. Para disminuir esta situación, es importante saber que a riqueza de la humanidad está en su diversidad, pero tenemos que aprender a respetar y a vivir en la diversidad, donde todos y cada uno tienen un lugar singular; Es por ello, que la educación tiene un lugar privilegiado para promover el desarrollo de habilidades, actitudes y valores que favorezcan la convivencia justa y armónica.
*Estudiante de la Especialidad en Docencia Universitaria (UNERG, Venezuela)
Por otro lado, hablamos mucho de convivencia armónica, de tolerancia, de diálogo, de solidaridad, un ser humano equilibrado no puede crecer y madurar sin recorrer el camino con los otros, en una relación de mutuo enriquecimiento. La realidad hoy, nos muestra una sociedad dividida, discriminadora, donde los diferentes grupos se separan cada vez más y tienen entre sí, una actitud antagónica, de enfrentamiento cargado de prejuicios, en lugar de una búsqueda de encuentro y superación de dificultades. Para disminuir esta situación, es importante saber que a riqueza de la humanidad está en su diversidad, pero tenemos que aprender a respetar y a vivir en la diversidad, donde todos y cada uno tienen un lugar singular; Es por ello, que la educación tiene un lugar privilegiado para promover el desarrollo de habilidades, actitudes y valores que favorezcan la convivencia justa y armónica.
*Estudiante de la Especialidad en Docencia Universitaria (UNERG, Venezuela)
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