Foucault, usos en educación

martes, 1 de diciembre de 2009

Educación, Ética y Comunidad

Yasmín Páez*



Al escribir sobre ética relacionada con una actividad o realidad concreta, muchos autores dedican en general bastantes párrafos o páginas simplemente a justificar por qué escriben sobre ética o por qué quieren hacer una lectura ética de un problema concreto. Sin embargo, la problemática de la educación ética y comunidad, merecen especial atención, ya que trascurren en un ámbito de tensiones dialécticas entre miradas escépticas y arrebatadas posiciones de quienes van en pos del desdibujamiento de los límites que proclama la posmodernidad, en un juego e intercambio mercantilizado donde todo es recurso.

La ética es una acción consciente. Aristóteles tiene razón cuando dice: las virtudes morales e intelectuales educan el carácter. Es el mismo principio que afirma Bolívar con su "moral y luces son nuestras primeras necesidades", que hoy tomamos como tercer motor constituyente. No hay ética como conducta práctica virtuosa sino existe una razón humanista, solidaria y crítica que la guíe.

En estos tiempos de crisis de los valores, es muy importante que la universidad se involucre con la comunidad, para que de alguna manera garantizar un modo de vida digno. El respeto por la dignidad humana debe hacerse sentir en cada uno de los actos de la educación, en una reciprocidad multirrelacional, básicamente comunicativa, entre docentes y alumnos, docentes con docentes, y alumnos con alumnos.

En esta formación, no deberán estar ausentes aspectos que consideren la construcción de una conciencia de sí, de la autoestima como valor necesario para favorecer el crecimiento del hombre autónomo; de valores de convivencia que permitan el desarrollo del individuo con una autonomía responsable, que reconozca al otro y sea solidario. La formación del hombre crítico como criterio de dignidad de la persona y resguardo de formas de vida democrática, debe ser propósito de toda acción educativa.

La habilidad del diálogo argumentativo, frente a situaciones conflictivas, requiere como punto de partida un autoanálisis de la propia conducta e intereses y un requerimiento de la opinión y posicionamiento del otro. El intercambio de argumentos abre el camino de búsqueda de acuerdos que contrarresten la unidireccionalidad, admitan la pluralidad y faciliten la vida de relación y la convivencia.

La Educación, ética y comunidad es, pues, el tema que debería enmarcar las respuestas de los ciudadanos a las permanentes transformaciones del mundo actual. Transformaciones que se dan en las comunicaciones, la ciencia, la tecnología, la cultura y el medio natural, en una sociedad compleja, cambiante y conflictiva, que demanda las competencias necesarias para un desempeño responsable, eficiente, creativo, realizador de la persona y de los grupos.

"Enseñar contenidos que comprometen opciones de vida diferentes sólo es posible sobre la base del respeto por las diferencias."


*Estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria (UNERG, Venezuela)

Imagen tomada de http://www.hospitalcaicedo.gov.co/comitedeeticahospitalaria.html

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