Foucault, usos en educación

martes, 19 de febrero de 2013

El horizonte de una Educación Ideal



José F. Berríos P.


Universidad Nacional Experimental
Rómulo Gallegos
Doctorado en Ciencias de la Educación
Cátedra: Gestión Investigativa
Facilitador: Dr. Alberto Torres, Sección: 5



Nuestra reforma educativa nos plantea un objetivo fundamental y, a su vez una de las innovaciones más radicales que es la necesidad de adecuar los procesos de enseñanza-aprendizaje a la auténtica realidad social y personal que viven los estudiantes, en el marco de un país con una coyuntura política marcada y donde el sesgo de la familia se hace cada vez más frecuente e importante. El fundamento sobre el cual han de desarrollarse los nuevos planteamientos descentralizadores y la mayor autonomía educativa recaen en cuatro principios básicos: el primero, la consideración de la escuela como una unidad básica; el segundo, dar un enfoque global donde se planifique, organicen y programen los procesos de enseñanza aprendizaje; el tercero que la comunidad se identifique con esta gran labor educativa que nos identifica  y el cuarto, diseñar estrategias conducentes a la acción.
         El primer punto se define como reconocer que la escuela es primordial para la formación integral del individuo, por ende, de la sociedad y de todo el sistema educativo a futuro. Por lo tanto, se nos sugiere desarrollar los planes de trabajo de un salón de clases haciendo énfasis en el incremento de  los niveles de autonomía; la innovación de la acción educativa, propiciando una metodología participativa que favorezca el trabajo de los  estudiantes e incentivar la integración activa de  la comunidad a la escuela. El segundo principio se traduce en aceptar y adoptar la globalización como opción integradora y metodológica para que los procesos giren en torno a la realidad, a la experiencia y a las necesidades de los educandos en todos y cada uno de los programas de enseñanza-aprendizaje.
         El tercero abarca la necesidad que en forma solidaria la comunidad educativa defina y exprese el conjunto de rasgos que caracterizan su entorno, contexto, y sus aspiraciones pedagógicas, esto guarda estrecha influencia con el sistema de valores que se debe pregonar en el contexto, más que todo en aspectos disciplinarios y conductuales, dentro de este orden de ideas es necesario ocuparse activa y conjuntamente, entre el hogar, la escuela y la comunidad para trabajar y fomentar la armonía, habilidades comunicacionales, destrezas sociales, respeto a la diferencia y a la resolución pacífica de conflictos, desarrollando una educación socio-emocional.
         Es en la escuela donde frecuentemente las actitudes personales de los estudiantes son observada como problemática o causa de preocupación, es allí donde se requiere de las habilidades o destrezas del docente para que los niños que demuestren poca receptividad hacia lo que ocurre en su mundo exterior actúen en forma distinta y tolerante, así como el esfuerzo persistente de los educandos para mejorar a su vez el rendimiento estudiantil y su actitud personal, Estamos en el deber de concentrarnos  para detectar los factores que inciden en el proceso y  luego elaborar un plan de acción que  permitirá al niño  construir sus conocimientos para enriquecer su vocabulario y mejorar sus actitudes ante su entorno social. Logrando así facilitar su inserción en igualdad de condiciones con el resto de los escolares.
         Nos vemos en la necesidad de acompañar al niño en su interacción con el medio,  permitiendo generar en su pensamiento el conflicto cognitivo y que lo provea de los elementos necesarios para la superación del mismo esto le contribuirá a resolver conflictos y necesidades emocionales, grupales y sociales dentro del entorno donde se desenvuelve. Servirá para la valorización del trabajo dentro del aula, la transferencia de conocimientos teóricos y prácticos, luego que el escolar haya reconocido cuan importante es el proceso educativo y le de significado pertinente.
         Jugamos un papel muy importante dentro de este enfoque estratégico del aprendizaje y, es que el estudiante se convierta en un aprendiz autónomo, con criterios personales y juicio crítico, para lo cual es decisiva la reflexión sobre lo que hace y sobre su propio aprendizaje, de manera que logre mejorar su práctica en el aprendizaje diario, convirtiendo esta tarea en una aventura personal en la que a la vez que descubre el mundo exterior, profundiza en el conocimiento de si mismo.
            Considero que el formar parte del proceso educativo, es una gran virtud, en este sentido, me siento muy satisfecho  de contribuir con esa nueva visión de la Educación, aquella que me ha permitido ver mi espacio institucional abierto para nuevas oportunidades, dándonos la oportunidad de formar ciudadanos y ciudadanas transformadores (as) con principios y valores en todo el contexto y perfeccionando  al Ser Humano en su esencia como persona desde varios enfoques, siendo el social el que nos va a permitir mejorar nuestra relación con los demás, el intelectual aumentar la razón, la sabiduría y el conocimiento, mejorando las condiciones de vida a todo nivel.
            Es importante que asimilemos que la educación es un continuo humano, que parte de un desarrollo centrado en la práctica, estando en una constante revisión de manera integrada y sobre todo contextualizada, la escuela debe ser como el centro del quehacer comunitario que afronta un reto cultural y pedagógico, allí se lleva a cabo un proceso de construcción y profundización del hecho educativo con recepción al amor, al respeto, a la prudencia a la sabiduría, a la serenidad y a la convivencia. Es ente lugar donde se debe promover el acompañamiento integral, respondiendo a lo que el niño o la niña, madre u otros necesiten en su formación completa. Permitiéndonos formar en y para el trabajo productivo humano, cooperativo y solidario. Colaborando entre sí, saber compartir y sobre todo brindarnos la ayuda mutuamente, siendo autónomos, críticos y solidarios.
            Muy particularmente pienso que en el espacio educativo hace falta un cambio, un cambio dirigido a la construcción con el compromiso, disposición y voluntad de todos, y convencernos de que ese proceso de construcción de la educación nos pertenece a todos, dando uso a la democracia participativa y protagónica. Es importante señalar, que el trabajo en equipo hace una construcción colectiva de cualquier proyecto que se desee ejecutar, para esto no debe faltar la articulación curricular y pedagógica con el escolar.
            Debo resaltar que sino conocemos la historia, los valores, las tradiciones, las costumbres, la cultura de la localidad es imposible llevar a cabo una exitosa planificación de estrategias y actividades de forma tal que nos permita  articularnos con el estudiante, con esto se quiere un intercambio de saberes y experiencias donde todos nos nutramos y obtengamos un aprendizaje recíproco.  Todo debe emerger de la raíz de cada pueblo, apoyado en la interculturalidad, diversidad, inclusión, participación social colectiva.
            Los educadores o formadores venezolanos estamos en la capacidad de construir tratando de evitar la confrontación y llegando acuerdos en las coincidencias, propiciando la estimulación del pensamiento crítico en general. Por otro lado, podemos permitirnos imaginar y soñar que si se puede brindar y recibir  una educación dignificadora. Como bien decía Luis Beltrán Pietro que la escuela debe ser una réplica de la sociedad que queremos y se construye con la cotidianidad bajo los principios de personas solidarias, responsables, justas, respetuosa, tolerante que por encima de todo promueven el vivir a plenitud los valores que son tan importantes en este proceso.
            Los valores los construimos los docentes con la ayuda de la familia a través de una muestra vivencial de lo que pretendemos enseñar, es imposible pensar que los podemos transferir, pues sólo se adquieren por medio de la práctica diaria y a través del ejemplo, seremos grandes responsables si la educación de nuestros niños de acuerdo con sus etapas de desarrollo humano se van cambiando o reafirmando favorable o desfavorablemente  hasta conformar su escala. Somos grandes responsables de sembrar el camino de sonrisas sinceras y permitirles a través de nuestra paciencia y tolerancia que dobleguen sus debilidades y las conviertan en fortalezas.
            A veces observo con tristeza y gran preocupación que aún existen profesores que se les ha dificultado enamorarse de esa realidad educativa y que todavía siguen enmarcado en aquel conductismo negándose la oportunidad de construir en conjunto con sus estudiantes y `perdiéndose la experiencia de compartir una sin fin de cosas. Pero creo en el cambio y estoy seguro que con el aporte de cada uno de los educadores de este país y de todo aquel que desee entregarse e incorporarse en este proceso tan importante va en algún momento a surgir la transformación.

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