Foucault, usos en educación

domingo, 10 de agosto de 2014

LA POSICION FENOMENOLOGICA

Msc. Mota, Glorimar    
CI: 11.120.292
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
UNIDAD CURRICULAR: AUDITORÍAS METODÓLOGICAS IV
SECCION “4”

FACILITADOR: Dr. FRANCISCO FRANCO 

El aporte del pensamiento Kantiano hacia el movimiento fenomenológico se circunscribe , a resolver esos problemas de orden filosóficos apelando a su propia experiencia en la que Kant recoge esta línea de explicación mostrando que debemos reflexionar sobre el modo de conocer para descubrir los elementos, fundamento y límites del saber, pero pone como sujeto a un sujeto distinto: el Sujeto Trascendental, que no se puede identificar con el yo empírico, contingente, hecho de este modo pero pudiendo ser de otra forma; el Sujeto Trascendental es el sujeto metaempírico del cual se predican las distintas formas aprióricas y que realiza las distintas síntesis que dan lugar a la constitución de los fenómenos. La consecuencia es un giro completo en la comprensión del conocimiento y la separación radical entre la filosofía y el sentido común: el conocimiento universal y necesario no se puede explicar si consideramos que el sujeto es pasivo cuando conoce, pero sí al considerar que el sujeto pone algo en el objeto conocido y lo modela a partir de las estructuras de nuestras facultades cognoscitivas (las formas de la sensibilidad y las categorías del entendimiento).
En el mismo andar, hacemos la analogía de la significación de la Fenomenología y la Hermenéutica desde sus representantes. En 1927 se produce uno de los acontecimientos filosóficos más relevantes del pasado siglo, la publicación de “Ser y Tiempo” Heidegger contaba entonces con 38 años y una dilatada carrera académica a sus espaldas, repartida entre la docencia, y el trabajo como asistente de Edmund Husserl. Heidegger manifiesta una clara preferencia por la filosofía de la vida, pues le parece que responde mejor a la crisis espiritual de su tiempo, cuya manifestación más evidente es la Primera Guerra Mundial. En el pensamiento de Heidegger incide además de manera decisiva, su original formación religiosa, que lo hace ocuparse intensamente con el Nuevo Testamento, los Padres de la Iglesia, Lutero, y en general, la reflexión sobre la vida y la historicidad, que las cosas mismas por lo demás, en los años previos a la Gran Guerra eran omnipresentes en la literatura y la filosofía.
En este contexto se desarrolla también la filosofía fenomenológica, cuyo fundador, Edmund Husserl, se propone la misión de superar la crisis de la ciencia positivista que había dominado casi sin contrapeso la escena cultural europea durante gran parte de la segunda mitad del siglo XIX. El sentido de esta crisis consiste, para Husserl, en que la ciencia ha dejado de tener significado para el hombre, pues no le proporciona orientación sobre los problemas acuciantes del presente, ni criterios rigurosos para guiar su conducta. La fenomenología se presenta como una reflexión filosófica que quiere fundamentar firmemente la objetividad del saber mediante un método, cuya principal regla es dejar que se hagan patentes en su contenido esencial, a través de una mirada intuitiva que haga presente las cosas tal como se dan inmediatamente para el que las vive y poniendo entre paréntesis el juicio sobre la validez de los presupuestos, opiniones o interpretaciones acerca de ellas. La conciencia no es para la fenomenología algo cerrado en sí mismo, sino que está definida por la intencionalidad, es decir, por la particularidad de estar siempre abierta y referida a algo como su correlato objetivo. El análisis fenomenológico muestra, además, que los objetos no se dan a la conciencia aisladamente, sino insertos en un contexto mayor, en el que se destacan como lo que son. Este contexto es el mundo, horizonte general de todo lo que es y puede llegar a ser contenido de la experiencia.

jueves, 31 de julio de 2014

POIESIS TEÓRICA ACADÉMICA PARA LA FORMACIÓN AXIOLÓGICA DE PROFESIONALES UNIVERSITARIOS

Maybelline Pérez
C.I: 15.711.324
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
UNIDAD CURRICULAR: AUDITORÍAS METODÓLOGICAS IV
SECCION “4”
FACILITADOR: Dr. FRANCISCO FRANCO 


Teorizar desde las significaciones que dan los actores sociales a su realidad ha convertido a las instituciones universitarias en escenarios representados por los mundos axiológicos de los estudiantes y de los estudiantes vivenciados desde su formación universitaria. Las universidades están seriamente comprometidas con la formación de profesionales que puedan comprender que sus realidades de convivencia social intra universitaria, se corresponde con la diversidad de experiencias de los entornos que le ofrezca su ámbito laboral.
            La realidad académica de las universidades compromete su propia identidad organizativa; puesto que están vinculadas al desarrollo de currículos que respondan a la formación integral de profesionales en distintas disciplinas, no obstante, la formación que permite el desarrollo del potencial de los valores -  formación axiológica – continúa siendo un debate permanente, por lo que se convierte en el eje impulsador de esta investigación.
            En esta investigación desde su empírea estoy en la búsqueda hacia el encuentro con los actores sociales involucrados, de tal manera de interpretar para la comprensión una realidad  humana cargada de subjetividades desde los mundos de la vida, vivencias y experiencias de cada uno de los informantes.
            Hipótesis Explicativa: Es la universidad un escenario humano que forma profesionales con una sólida base axiológica.
La dimensión ontológica es en sí misma la que refleja la esencia de formar profesionales íntegros y éticos para llevar a cabo su labor en el ámbito laboral, las universidades cumplen, o deben cumplir con la corresponsabilidad social de egresar profesionales que comprendan que su función está entre otras, en mejorar la calidad de vida de las comunidades, por lo tanto de la sociedad. A propósito Maturana y Varela (2003) respecto al conocer el conocer expresan que:
Nosotros tendemos a vivir un mundo de certidumbre, de solidez perceptual indisputada, donde nuestras convicciones prueban que las cosas solo son de la manera que las vemos, y los que nos parece cierto no puede tener otra alternativa. Es nuestra situación cotidiana, nuestra condición cultura nuestro modo corriente de ser humanos. (p.5).
 
Es precisamente desde los estudios universitarios donde se pueden consolidar algunos conceptos valorativos que son necesarios los reconocimientos y reforzamientos de los valores previamente aprehendidos.
Vale la pena destacar que, es válido pensar en el análisis  de realidades donde se manifiestan hechos en las que se refleja, por parte de profesionales universitarios la no aplicación de elementos axiológicos y deontológicos. En consecuencia, la sociedad plantea que vivimos momentos donde la corrupción cobra fuerte carácter. Por lo que es posible considerar ¿Qué está ocurriendo? ¿Dónde están los valores de los profesionales universitarios? Y la ética?
Existen elementos de causalidad que podríamos mencionar entre otros, poca reflexión frente al reconocimiento del otro ser humano quien, como semejante padece muchas veces, la desconsideración que deviene del profesional de quien espera un servicio integral, lo cual incluye, necesariamente respeto, solidaridad, cooperación, empatía, entre otros. Para Varela y Maturana (2003):
Nuestro objetivo está entonces claro: Queremos examinar el fenómeno del conocer tomando la universalidad del hacer en el conocer, esta trae a la mano un mundo, como problema y punto de partida, de modo que podemos revelar su fundamento. ¿Y cuál será nuestro criterio para decir que hemos tenido éxito en nuestro examen? (p.14)


Como consecuencia, asistimos hoy a espacios sociales donde es difícil el diálogo, la armonía, el encuentro, en fin la convivencia, urge que las universidades, por lo tanto, consideren la formación de profesionales en todas sus disciplinas un ámbito humano fértil en relación al deber ser de una axiología más coherente y congruente entre los seres humanos.

Actitud del docente ante el sistema educativo

REIXIS RODRIGUEZ
12.842.061
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
UNIDAD CURRICULAR: AUDITORÍAS METODÓLOGICAS IV
SECCION “4”
FACILITADOR: Dr. FRANCISCO FRANCO 

El nuevo currículo plantea un cambio en la relación educando-docente .Los propios educadores venezolanos han dado a conocer, en diversas oportunidades, las razones por las cuales este nuevo diseño curricular debe guiar el quehacer educativo venezolano. En esa línea, han destacado aspectos novedosos del CNB, como lo es el cambio en las relaciones entre el docente y el alumno, y también entre la escuela y  l a comunidad. Una de las fallas del sistema educativo venezolano estaba en que el maestro era un maestro de pizarrón. Ahora se propone un maestro que no se queda sólo en el aula, que va a las comunidades, a las familias, un maestro preocupado por su entorno, un docente observador, que avanza de acuerdo a las necesidades del niño.
En consecuencia los maestros orientados al cumplimiento cabal de los roles y el perfil docente durante el desarrollo de su práctica, se considera requieren formarse en competencias que contemplan al menos cuatro dimensiones principales, tales como:
- Conocimiento de la materia que imparte, incluyendo el uso específico de las TIC en su campo de conocimiento así como un sólido conocimiento de la cultura actual (competencia cultural). - Competencias pedagógicas: habilidades didácticas, mantenimiento de la disciplina, tutoría, conocimientos psicológicos y sociales (resolver conflictos, dinamizar grupos, tratar la diversidad).
- El uso de la técnica de la investigación-acción, que permita asumir una actuación con eficiencia, reaccionando a menudo con rapidez ante situaciones siempre nuevas y con una alta definición sabiendo establecer y gestionar con claridad.
- En cuanto a las características personales son necesarias competencias tales como: madurez y seguridad, autoestima y equilibrio emocional, empatía, imaginación, creatividad, autocrítica y curiosidad.
Estas competencias, que deberían permitir desarrollar adecuadamente las funciones a desarrollar por los docentes, a través de algunos cursos de capacitación y otras con las experiencias educativas acumuladas en el tiempo que tiene laborando en educación, no siempre aseguran la consolidación de las requeridas para el desarrollo de la investigación educativa. Por otra parte, muchos de los docentes actualmente en ejercicio no han adquirido una formación pensada para la escuela del siglo XXI, y menos aún se ha considerado el hecho de que la sociedad está siendo objeto de muchos cambios, donde sin duda alguna, la formación permanente resulta indispensable para el profesorado de todos los niveles educativos.
Sin embargo la complejidad de la sociedad actual y la diversidad del alumnado exigen una formación más amplia para los futuros maestros, demandando la articulación de estudios de formación permanente, con la práctica diaria en el aula, pues en los actuales momentos, en ningún cursos de capacitación pedagógica, se podrá aprender todo lo que hoy en día hay que saber, para ser un docente, un educador y un investigador. Sin embargo se plantea otra realidad que limita la práctica de la investigación y la gestión del conocimiento desde el aula, es que muchos docentes activos con más de 15 años de servicio carecen de la motivación y la formación necesaria para transformar el contexto educativo desde su participación en la investigación.
En consecuencia, se estima que el estado y en particular el sistema educativo venezolano, debe disponer de un equipo de especialistas que puedan realizar asesoramiento a los profesionales de la enseñanza del subsistema de primaria que se encuentren en la condición de activo, a quienes, además, le sugerirán cursos de formación complementaria que pueden ayudarle para afrontar los conflictos que se generan en el campo de la educación. Ante tal situación se destaca que los nuevos sistemas para la selección del docente en el subsistema de básica, han de basarse no solo en la demostración puntual de unos conocimientos teóricos; por lo contrario se ha de tener en cuenta, también, la participación del docente en proyectos y actividades formativas que fomenten la investigación y el intercambio de conocimiento, en la institución en la cual labora.
Los maestros deben a través de un acto reflexivo, objetivo, determinar cuáles aspectos de su praxis han resultado efectivos y eficaces, para someterlos a un debate colectivo y con ello construir, a partir del análisis de dicha situación los nuevos conocimientos y teorías fundamentados en la praxis.   Solo así se logra pensar que el maestro realmente se convertirá en un transmisor de conocimientos, facilitador, orientador, e investigador permanente de los problemas e inquietudes pedagógicas. En consecuencia un maestro se le podrá adjudicar un rol activo e importante en la renovación de la enseñanza cuando se convierta en un profesional crítico, autónomo de su propia práctica, y en cierta medida de su actuación como investigador en el aula y no como un mero consumidor o aplicador de conocimientos.
 Sin duda hoy día existen razones para pensar que el modelo maestro investigador en el aula está adquiriendo un auge relevante y aun, siendo actualmente una tendencia minoritaria, puede constituirse una alternativa válida a los modelos anteriores, donde la función profesional básica del maestro es la de ser docente, pero que por la dificultad que caracteriza a esta profesión, si no va acompañada de un conocimiento reflexivo y crítico de la propia práctica docente, los resultados en la construcción de las nuevas sociedades y los nuevos hombres, sin duda alguna, no será lo esperado.
 Es  por ello que el maestro investigador reivindica el derecho y la obligación profesional a ser él mismo el constructor de su propio conocimiento y a tener un desarrollo profesional autónomo mediante la reflexión, el estudio de los trabajos de otros profesores y la comprobación de sus ideas mediante la investigación el aula, y por ello la forma de entender la enseñanza obedece al tipo de escuela que queremos, cuya función se desarrolla mediante el ejercicio activo dentro del aula, realizando u organizando toda la actividad escolar en función de una actividad investigativa bien fundamentada y menos empírica.

En consecuencia con lo anterior y para coadyuvar a enfrentar esta situación, se presenta en un primer momento, la necesidad de reflexionar sobre la problemática teórica de la docencia en cuanto a la didáctica, cuyo objetivo fundamental es lograr una sólida formación en los docentes, para mejorar su praxis. Y en un segundo momento, el desarrollo una propuesta de docencia en forma de investigación, que pretende ser una alternativa a la práctica docente tradicional que domina, los niveles del sistema educativo nacional y en particular el subsistema de primaria. 

lunes, 28 de julio de 2014

ENTORNO VIRTUAL DESDE LA ONTOLOGÍA DE LOS NUEVOS SABERES DE LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

AURISTELA CASTRO
 C.I. N° V-7.280.504


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
UNIDAD CURRICULAR: AUDITORÍAS METODÓLOGICAS IV
SECCION “4”
FACILITADOR: Dr. FRANCISCO FRANCO
 

Hablar de entornos virtuales o ambientes de aprendizaje no se limita, solo  al espacio de educación formal, ni tampoco a una modalidad educativa en particular, son espacios donde se generan las condiciones para que el individuo se apropie de nuevos  conocimientos, de nuevas experiencias, de nuevos elementos donde se produzcan procesos de análisis, reflexión y apropiación. Llamándose virtuales en el sentido que no se llevan a cabo en un lugar predeterminado y que el elemento distancia siempre estará presente.
Existen alrededor de cinco componentes principales que lo conforman: el espacio, el estudiante, los tutores, los contenidos educativos y los medios; no siendo exclusivos de los entornos en modelos no presenciales, cualquier propuesta educativa tiene como base estos elementos. Por ello, la planeación de la estrategia educativa es la que permite una determinada dinámica de relación entre los componentes.
Desde el surgimiento de los entornos virtuales de enseñanza se ha buscado la manera de vincular en el mismo todos los aspectos informáticos, actualmente tienen incorporado aspectos multimedia en él, es decir, vinculan imagen y sonido, muchos tienen incorporados videos donde se explican determinados contenidos o solamente para brindar alguna información deseada.  Nos hemos preguntado qué importancia tendrá la utilización de estos entornos en la enseñanza. Creo que es importante decir que estamos apropiados de un modelo en cuanto a la recepción de conocimientos.
El camino transcurrido del siglo XX al XXI, conocido como el que marcará la transformación de una sociedad basada en las relaciones materiales, a otra que se apoya en las relaciones virtuales comunicativas en su sentido s amplio, permite la coexistencia humana que se viene desenvolviendo en lo virtual y en el estudio de los signos en la vida social, constituyendo así la comunicación mediática.
Una  sociedad  de  linformación,  que exige  una  nueva  alfabetización  basada  en  los  nuevos  medios técnicos y en los nuevos lenguajes que ellos suponen; por lo que, los procesos de enseñanza se ven obligados a indagar como se suscitan en una relación de aprendizaje ya no sólo mediada por el lenguaje oral y escrito sino por el icónico-gráfico, la image digita y  los  variado sistema de  representació que   trae consig nueva manera de pensamiento visual. En la medida en que aparecen  una amplia gama de fuentes y se consiguun fácil acceso a la información,  se  desplaza  la  noción  de  saber  a  la  de  saberes,  la  noción  de  verdad  a  la dverdades, distanciándose  la  concepción  del  saber  monolítico  el  saber  constituido,  surgiendo  una  visión  más cercana al  “conocimiento como construcción”.
El auge de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ha estado acompañado por un gran avance en la gestión de la información y el conocimiento. Pero en las universidades no se puede alcanzar esta avanzada a través de las TIC, aun teniendo las plataformas ideales, estructuras, instrumentos y recursos sino se preparan y se forman los recursos humanos suficientemente capacitados para  el manejo de estas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), sumándole la preparación y desarrollo de material  educativo.
Desde esta perspectiva la gestión del gobierno venezolano tiene el enorme desafío de incorporar las innovaciones tecnológicas y comunicacionales en la Educación Superior, con el propósito de cubrir las necesidades que demanda la sociedad, exaltando los valores de solidaridad, complementariedad, equidad y justicia, fomentando la inclusión y la universalización del conocimiento, haciendo necesario que la universidad se convierta en un centro de educación permanente para la actualización y la preparación para perfeccionar el desarrollo de la misma; atendiendo a su entorno social y ambiental con miras a ser partícipe de los cambios que amerita nuestra sociedad, apoyado en los adelantos tecnológicos y comunicacionales existentes.

miércoles, 9 de julio de 2014

TEORÍA ONTOAXIOLÓGICA DE LA FORMACIÓN DEL ESTUDIANTE DE EDUCACIÓN MEDIA DIVERSIFICADA: UNA HERMENÉUSIS PARA LA VIDA

Rodríguez María Teresa 
C.I.  V-9693541
Semestre IV. Sección 4. Turno Sabatino. 
Doctorado en Ciencias de la Educación. 
Universidad Rómulo Gallegos, Venezuela.


La sociedad venezolana a lo largo de estas últimas décadas ha experimentado  una serie de cambios propios de un esquema emergente y en desarrollo. El Sistema Educativo Venezolano ha debido evolucionar y adaptarse a las nuevas perspectivas, que surgen como posibles modelos  transformadores y que dan respuesta a una gran variedad de conflictos y problemas que afectan a la comunidad.
La Educación Media-Diversificada no escapa a estos cambios, por ello se ha esmerado en  tener como norte el proporcionar al estudiante acceso, permanencia y prosecución en el sistema educativo de manera tal que disminuya la deserción escolar, la incorporación de jóvenes excluidos, formar a un ser integro y rico en valores y cualidades creativas, capaz de desarrollarse armónicamente en su entorno y ser parte importante en la búsqueda y solución de los problemas de su comunidad,  todo ello enmarcando su proceso de enseñanza y aprendizaje en perspectivas de carácter endógeno. 
Sin embargo la realidad nos muestra un panorama muy distinto a esta premisa ideal. Hoy por hoy en la mayoría de nuestras instituciones educativas podemos ser testigos de cómo la comunidad conjuntamente con la población estudiantil ha venido confrontando graves crisis  en cuanto a  decadencia de valores se refiere. Se dice que estamos en presencia de la extinción, desaparición y hasta mutación de lo que hasta ayer se conocía como valores. Aún cuando se viene hablando con insistencia sobre la necesidad de educar en valores, parece haber consenso en que la profunda crisis que vivimos es, en definitiva, una crisis moral, de personas, de valores. Toda sociedad es irremediablemente cambiante a través del tiempo, sin embargo, hay valores base que deben permanecer y que no se deben ni negociar ni discutir. Max Scheler distinguió las esencias de lo que es tangible, real o existente, lo que llevó a la afirmación de la independencia de los valores (eternos e invariables) respecto de los bienes, que serían sólo sus portadores circunstanciales. 
Ante esta realidad, urge una educación integral, que forme y no sólo informe, que asuma al estudiante en su plenitud de persona y se oriente a gestar ciudadanos honestos, responsables y solidarios, preocupados por el bien común, por lo público, defensores de los derechos y cumplidores de sus deberes y obligaciones. Esta debe ser la principal tarea no sólo de los educadores, sino también de las familias, del Estado y de la sociedad en general. 
Para ello, en primer lugar, es urgente que familias y escuelas, vuelvan a reencontrarse y a proponerse vivir aquellos valores que consideran esenciales para el pleno desarrollo personal y la sana convivencia. Padres y maestros deben plantearse con humildad y con responsabilidad, ir siendo modelos de vida para sus hijos y estudiantes.
En definitiva necesitamos encaminar toda acción educativa hacia la praxis de valores como la libertad, la honestidad, la paz, la tolerancia, el esfuerzo, el sacrificio, la amistad, el respeto, la esperanza y son los padres, maestros y comunidad en general los responsables de encarnar estilos de vida e ideales que conjuntamente con una buena educación en valores sean el mecanismo con el que podamos hacer frente a  la actual crisis de civilización y de país que estamos padeciendo.
De allí que la presente investigación doctoral tenga como premisa principal generar una teoría ontoaxiológica desde la comprensión e interpretación de la cotidianidad de los actores sociales en la formación del estudiante  de educación media  diversificada  como Hermeneusis para la vida.
La crisis de valores de la época actual además de su mutación progresista es motivo de preocupación y de estudio, por lo que cobra importancia la imperiosa necesidad de sensibilizar al docente para que propicie situaciones de aprendizaje que permitan afianzar los valores base en los educandos de manera tal que estos puedan desarrollar un pensamiento crítico, analítico, tener capacidad para razonar, y emitir juicios sobre circunstancias problemáticas, donde participe conjuntamente con su entorno educativo y su grupo familiar, todo ello enmarcado en el ser, conocer,  hacer, y convivir. 
La meta es crear un individuo con valores, suficientemente crítico, con habilidades cognitivas, actitudes, virtudes y destrezas que le permitirán su plena participación en colectivo, y desarrollar acciones que gestarán procesos de transformación de su comunidad. De allí que la formación del estudiante sea parte fundamental del triángulo escuela, individuo y comunidad; haciendo uso de ejes integradores tales como el ambiente, la salud integral, la interculturalidad y las tecnologías de la información y la comunicación. 
La problemática del estudio está enmarcada en la crisis y pérdida de valores del estudiante, su entorno educativo y familiar. De allí que el contenido comprenda la internalización de los valores y la revalorización del componente ético de la educación, su sistematización y operacionalización; con lo que se persigue fomentar la cultura de la paz, solidaridad, cooperación y conciencia de pertenencia. 
Epistemológicamente hablando, El estudio estará sustentado en una investigación de campo de tipo interpretativa-fenomenológica ya que se estudiarán las esencias de las cosas y de las emociones, se tratará de entender la realidad social considerando como la perciben las personas, mostrando interés por los valores y circunstancias que subyacen en las acciones humanas; y descriptiva ya que se describirán algunas características fundamentales o precisas del evento de estudio. Todo ello enmarcado en el paradigma cualitativo ya que se aporta una nueva finalidad, una vía diferente para acercarse a la realidad, al tener en cuenta los valores inherentes a todo proceso socioeducativo. También se dice que está enmarcada en este paradigma ya que es una investigación subjetiva, hay predominio de la observación naturalista y sin control y se visualiza la perspectiva “desde dentro”.
Es Fenomenológica, (comprensión) ya que está interesada en comprender la conducta humana desde el propio marco de referencia de quien actúa. Además se describen las estructuras de la experiencia tal y como se presentan en la conciencia, poniendo entonces de manifiesto lo que hay oculto en la experiencia común diaria (la estructura de la cotidianidad o ser en el mundo). Es decir, se quiere distinguir cómo son las cosas a partir de cómo uno piensa en realidad, alcanzando así una comprensión más precisa de las bases conceptuales del conocimiento. Para Maldonado (2000) “la investigación cualitativa es un conjunto de descripciones analíticas de escenarios culturales, situacionales, eventos, personas e interacciones personales, que recrean lo que sienten y piensan los participantes, ya sea de manera explícita o implícita a fin de estudiar la vida humana donde ella naturalmente ocurre”. (p.13)
Desde el punto de vista Ontológico, El presente estudio estará centrado en el ser humano; mostrando la perspectiva del investigador y los actores de la investigación. El estudió aportará la revalorización y rescate del componente ético en la educación a través de sistematizaciones teóricas que vayan en pro de la praxiología de valores. En lo Axiológico, se resaltarán valores como responsabilidad, ética, libertad, paz, verdad, felicidad, respeto,  solidaridad, honestidad, tolerancia, diálogo, cooperación y conciencia de pertenencia, entre otros. Ello no sólo beneficiará al entorno educativo, sino también al comunal, ya que a través de esta se dará integración, al estudiante, al docente, a la familia y a la comunidad escolar como un todo.
Desde lo Gnoseológico, El alcance de la investigación tendrá aportes no solo de conocimientos con respecto a valores, sino de nuevos paradigmas que invitan a la compenetración de un actor como parte de un sistema y este a su vez como parte de otro. Es decir, la investigación, tiene naturaleza compartida, y el conocimiento generado será el obtenido de intercambio de saberes, gracias a la participación de los actores del hecho educativo.            Teleológicamente hablando, Se realizarán acercamientos teóricos en pro del realce de los valores como premisa principal en la reflexión del tema.
Se puede decir que la Educación es la presentación sistemática de hechos, ideas, habilidades y técnicas de manera ordenada y voluntaria ejercida sobre una persona para formarle o desarrollarle y con ello conservar su existencia colectiva. Es un ingrediente fundamental en la vida de todo ciudadano y la  sociedad donde se desenvuelve. Además, la Educación es considerada como el recurso más idóneo y el eje rector de todo desarrollo y renovación social. A través de esta,  se transmiten los valores fundamentales y se preserva la identidad cultural y ciudadana.
La Ley Orgánica de Educación en Venezuela establece en su artículo 3º:
"La educación tiene como finalidad fundamental el pleno desarrollo de la personalidad y el logro de un hombre sano, culto, crítico y apto para convivir en una sociedad democrática, justa y libre, basada en la familia como célula fundamental y en la valorización del trabajo; capaz de participar activa y consciente y solidariamente en los procesos de transformación social; consustanciado con los valores de la identidad nacional y la comprensión, la tolerancia, la convivencia y las actitudes que favorezcan el fortalecimiento de la paz entre las naciones y los vínculos de integración y solidaridad latinoamericana".

De allí que sea a través de la Educación la forma más idónea, práctica y masiva de proyectar los valores que deseamos inculcar a nuestras futuras generaciones, ya que es a través de la educación que se fomenta el desarrollo de una conciencia ciudadana, se resalten valores como libertad, independencia, paz, solidaridad, bien común, integridad, convivencia y lo más importante se garantiza la unión de las comunidades y su crecimiento en pro de la vida.  Bienvenida sea la Educación en Valores, bienvenidos los nuevos valores que han de regir a las generaciones por venir, y bienvenido el sagrado respeto al prójimo y a la vida que tanto nos inculcaron nuestros padres y nuestro Padre Mayor… Nuestro Señor Jesucristo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Amador, D.  (1997).   Elementos   de  Convivencia   y   Disciplina Escolar. Bolivia: Editorial        Casa Blanca.
Gaceta Oficial. (1980). Ley Orgánica de Educación. Caracas: Gaceta Oficial N° 2.635. Julio de
            1980. 
Gaceta Oficial. (2000).  Constitución   de   la   República  Bolivariana  de  Venezuela. Caracas: 
            Gaceta Oficial N° 5.453. Marzo de 2000.
Martínez, M. (2000).   La   Investigación   Cualitativa   Etnográfica   en   Educación.       Manual Teórico – Práctico.             México: Editorial Trillas.
Maldonado, C. (2000).  La  Investigación  Cuantitativa  Etnográfica  en Educación.          Manual Teórico – Práctico.             México: Editorial Trillas.
Ministerio  del  Poder  Popular  para  la  Educación  (2007).   Diseño   Curricular   del   Sistema Educativo           Bolivariano. Caracas: Autor
Maldonado, J. (1994). El paradigma Cualitativo en la Investigación Educacional. Maracay. Venezuela: Editorial    Trillas.
Martínez, M. (2000) La Investigación Cualitativa Etnográfica en Educación. Manual Teórico-Práctico. México:      Editorial Trillas. 
Payá, M. (2003). Educación en Valores para una Sociedad Abierta y Plural: Aproximación Conceptual. Bilbao:     Editorial Desclée De Brouwer S.A. 
Ruíz, R.  (2008). Aportes Teóricos para la Formación en Valores en Estudiantes de Educación Integral. Tesis      Doctoral no publicada presentada a la Universidad Pedagógica         Experimental Libertador. Maracay.
Venegas y Otros. (2006). Educación, Ética y Valores Humanos. Ministerio de Educación            Nacional y el Instituto para             el Desarrollo de la Democracia Luis Carlos Galán. Colombia.

miércoles, 24 de julio de 2013

BIOLOGÍA CULTURAL. ¿AMOR AL TOLERAR O AL RESPETO?


Rebeca Vargas
 Estudiante del Doctorado en Ciencias de la Educación
Universidad Rómulo Gallegos, Venezuela
 
Desde el inicio de los tiempos, el ser humano ha estado inmerso en el decidir, diariamente tenemos que tomar decisiones sobre nosotros mismos y la forma en que vivimos conjuntamente con el contorno en el que estamos; un ejemplo de esto radica en el proceso arduo que pasan las mujeres al momento de vestirse, si bien sabemos, la mujer tiende a pensar más en su aspecto físico que el hombre (aunque con el correr de los años vemos como el hombre se integra más a esta tarea física), particularmente parto del hecho en que cada mañana, antes de ir al trabajo pese a que uso uniforme, me detengo un momento que puede tardar varios minutos, para decidir que camisa me gusta más (aclarando que todas son iguales), y ni hablar cuando llega el momento de peinarme, pero todo se basa en las emociones del día, como seres cambiantes de ánimo, nuestra mirada al mundo varía también, decidiendo y decidiendo sin terminar de hacerlo ya que es un bucle cíclico en un sistema de vida.
Sin embargo, que implica el decidir en nuestras vidas, es posible decir que como seres pensantes usamos el amor con nuestras emociones para tomar decisiones, ya que como seres amorosos podemos tener confianza en lo que decidimos, podemos tener la seguridad en que seremos amados sin importar la circunstancia, ¿sin que nos demos cuenta que ese amor sea desde la tolerancia o desde el respeto?, por su parte, el amar forma parte de nuestra ontología constitutiva, que dentro de la cultura que vivimos se modifica tanto que tiene que ver con otra relación diferente al vernos como seres humanos. Hoy en día, vemos al amor como eso que damos a otra persona, bien sea afecto, dedicación en el hogar, fidelidad tal vez, pero tiene que ver con esa entrega hacia el otro, y si recibo algo a cambio de ese esfuerzo que se hace, se dice que soy amado. Seguramente, tal espera sea a raíz de que queremos ser vistos, ser notados de entre tantas personas y ser escuchados por sobre todas las cosas.
Es conveniente decir entonces, que el amar es aceptar la presencia del otro, es respetar al otro, lo que resulta en una tarea diaria, ya que uno no ve lo que hay, sino que depende de lo que estamos mirando, sin anteponer un prejuicio, es un mirar sin juicio, un mirar distinto, sin tener expectativas del otro, eso es amar, es aceptar al otro, respetándolo por encima de lo que significaría el tolerar, ya que cuando toleramos mentimos sobre lo que está sucediendo, lo hacemos a manera de salir del paso o simplemente encajar en un espacio pese a que no estoy de acuerdo con lo que sucede allí, es un mientras tanto para muchos, por ejemplo: muchas veces toleraba que un hombre dijera que es ateo, que para él no existiese lo que para nosotros los cristianos es Dios; pero el hecho de que lo toleraba enmarcaba una mentira para mí misma, porque no era honesta sobre lo que yo pensaba del ateísmo, solo que lo toleré mientras estaba conversando con él para no entrar en polémica y perder la imagen ante él. Sin embargo, aquí cae un poco en reflexión: ¿estamos tan acostumbrados a tolerar el mundo que no vemos como perdemos presencia ante las demás personas?
Cabe resaltar que sería un escenario diferente, si en aquella oportunidad fuese aceptado el punto de vista de aquel hombre, ya que sus fundamentos tendría para llegar a tal decisión, si hubiese colocado en práctica el hecho de que cada ser humano piensa, siente y habla diferente a mí, lo habría respetado, y por ende daría espacio al amar al otro sin prejuicio, suena hermoso, pero es una tarea que requiere esfuerzo y sobretodo un nivel de interpretación, análisis, comprensión y madurez para llevarla a cabo. Dando una mirada global a esa experiencia, aprendí que hay que escuchar y estar dispuesto a escuchar tanto como sea necesario para un mejor convivir, la realidad es cambiante, la verdad es relativa, no sabemos todo y todo lo que sabemos en apenas una pequeña partícula de un gran universo de conocimiento, de información que día a día tomamos para crecer como seres humanos, y con esto ser más humildes ante nuestro entorno y contorno, quizás sea lo que nuestro planeta necesita… que seamos más conscientes ante lo que sucede y hagamos algo al respecto, debemos cambiar nuestro pensar, porque si no modificamos el pensar que pensamos no estamos dando nada a la sociedad, a la vida y al planeta, por último quisiera terminar de la forma en que empecé… les dejo aquí la pregunta: ¿amor al tolerar o al respeto? Usted decide como darle respuesta.
Imagen tomada de http://es.paperblog.com/de-relaciones-respeto-empatia-y-amor-1627005/

martes, 9 de julio de 2013

COSMOS VS CAOS O SIMPLICIDAD VS COMPLEJIDAD

Jeroh Montilla

Basta tomar un texto actualizado sobre la historia de la cultura humana para darse cuenta que, desde el primer vestigio cultural de nuestra lejana antigüedad, fichado o fechado por los antropólogos, hasta las últimas maravillas digitales telefónicas, el ser humano es socialmente un amasijo de haceres heterogéneos, dispuesto a la varianza, presto a diversificarse de manera casi irrefrenable. Eso por una parte, sin embargo, por otra se evidencia, sobre todo en aquellos que estudian el fenómeno, la tendencia contraria de intentar explicarlo homogéneamente, de reducir esta diversidad al marco de leyes fundamentales, a explicar mediante maniobras racionales que tal heterogeneidad no es tal, que en verdad todo discurre sobre el riel de una simplicidad inmanente, que la pretendida complejidad que nos asombra es en realidad una apariencia, y que solo basta profundizar en simples leyes fundamentales para resolver tanta euforia creativa.
Pero este asunto de la simplicidad y la complejidad no es tan fácil. Desde los griegos, y seguramente desde mucho antes, el hombre ha representado la maravilla del universo con una expresión muy popular, la palabra cosmos. Todo lo que nos rodea, nos contiene y nos conforma es el cosmos. Esta expresión implica también otra palabra. Cosmos es obligatoriamente orden. Todo orden comprende una explicación, es decir de una simplificación del universo. Pero al cosmos se opone otra expresión: caos. Al principio era caos entonces surgió el hombre, este creó el lenguaje y de ese modo el caos fue cubierto por el manto explicativo del cosmos, el orden. Y desde ese momento el hacer humano es debatirse entre tendencias cosmológicas en pro de contener la expansión caótica del universo material y cognoscitivo. Nietzsche puede ilustrarnos ampliamente en este drama.
En estos tiempos del siglo XXI los físicos teóricos se devanan los sesos por encontrar o construir una teoría final, una ley definitiva que amalgame la potencialidad de las cuatro fuerzas fundamentales de la materia y la energía. Es la misma pretensión que se observa en los científicos sociales. Caos vs orden. Simplicidad vs complejidad. La verdad es que ambas tendencias no se anulan, ni una termina por diluir a la otra. Sin embargo, podemos aventurarnos con cautela en algunas afirmaciones: la búsqueda de simplicidad ha dominado férreamente el escenario histórico, pero hoy la indomable complejidad adquiere otro giro, ya no sólo como rostro de la realidad, sino como una postura, una actitud. Ya no es un objetivo a ser resuelto por la simplicidad, sino que  se ha invertido  el papel, frente al dominio de esta última el hombre contemporáneo se plantea la complejidad como una actitud de total rebelión epistémica. Hoy el hombre deja atrás su añoranza edénica, apuesta a la inseguridad paradigmática, adquiere mayoría para asumir el profundo sentido de la complejidad: la incertidumbre. 

Imagen tomada de http://www.jggweb.com/2007/11/18/orden-en-el-caos/

APRECIACIONES SOBRE EL DISCURSO TRANSDISCIPLINARIO


Jeroh Montilla
   
 
Vamos iniciar estas apreciaciones o apuntes con una interrogante un tanto odiosa: ¿cuáles son las vinculaciones del discurso transdisciplinario con el poder y sus instituciones? No se pretende aquí responder definitivamente esto, agotarlo en una precisa exposición de evidencias, más bien la intención es dar rienda suelta a una sucesión de preguntas, unas necesarias y otras de sentido aleatorio, la idea es dejar en el aire una pluralidad de sospechas. Las ideas es que las respuestas sean nada concluyentes y hasta saludablemente contradictorias.
En realidad el término transdisciplinariedad es de reciente data. Según Nicolescu (2006) esta palabra:
apareció en Francia en 1970, en las pláticas de Jean Piaget, Erich Jantsch y André Lichnerowicz, en el taller internacional denominado “Interdisciplinariedad-Problemas de la Enseñanza e Investigación en las Universidades”, financiado por la Organización Económica para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), en colaboración con el Ministro Francés de Educación y la Universidad de Niza. (Pág. en línea)
Cuarenta y tres años de existencia, hasta el momento, para un término es un tiempo muy corto si se compara con algunos igual de vigentes como son el liberalismo, materialismo, humanismo, marxismo, etc. Ahora bien, es importante fijarse en la cita, tanto en la calidad de los propulsores del término como en la institución que financia el evento donde se internacionaliza esta palabra. Esto último es importante para la intención interrogativa que subyace en estas apreciaciones.
Otro aspecto interesante que cruza la historia de la transdisciplinariedad es la diversidad de visiones de la misma. Kleín (2004) refiriéndose a las primeras visiones de los iniciadores de la transdisciplinariedad dice:
Jean Piaget veía la transdisciplinariedad como una etapa más alta en la epistemología de las relaciones interdisciplinarias. Este autor creía que la maduración de las estructuras generales y patrones generales del pensamiento a través de los distintos campos podría llevar a una teoría general de sistemas o estructuras…Erich Jantsch, por su parte, propuso un modelo jerárquico para el sistema de la ciencia, la educación y la innovación. Este autor visualizaba todas las disciplinas e interdisciplinas como siendo coordinadas por una axiomática general, con un mutuo enriquecimiento de epistemologías. (Pág. en línea)

Resultan muy amplias, por no decir ambiciosas, las perspectivas conceptuales y epistemológicas de Piaget y Jantsch. Al leer estas concepciones es inevitable remitirse a la figura de Thomas Kuhn y su texto La estructura de las revoluciones científicas. Surge la tentación de visualizar la transdisciplinariedad como una nueva revolución científica. Este texto se editó en 1962, aunque venía siendo escrito desde 1942. Puede pensarse, gracias a sus pretensiones, que la transdisciplinariedad implica necesariamente un nuevo modelo de pensamiento, un modelo que trasciende la particularidad de sus autores y se inserta en causalidades históricas más profundas y anónimas.
Luego de este momento llegamos a 1994 y el Primer Congreso Mundial de Transdisciplinariedad en Portugal. En este escenario emerge la figura de Morin y su rúbrica intelectual sobre lo que se conoce como la Carta de la Transdisciplinariedad. Es importante precisar que detrás de este evento se encuentra la mano de la UNESCO, otra organización internacional tan poderosa como la Organización Económica para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) que estuvo detrás del evento de 1970.
Después de esta corta travesía histórica es bueno regresar a la pregunta con se inicia más arriba este texto: ¿cuáles son las vinculaciones del discurso transdisciplinario con el poder y sus instituciones? La pregunta visualiza la transdisciplinariedad no tanto como un mero fenómeno de ejercicio científico dentro del universo de las ciencias sino también como un discurso. Edgardo Castro (2004) citando a Michel Foucault dice que “El discurso está constituido por un número limitado de enunciados para los cuales se puede definir un conjunto de condiciones de existencia.” (Pág. en línea) Aquí se presenta al discurso como un universo cerrado de enunciados. Para algunos estudiosos el método de análisis foucaultiano procede inicialmente por negatividad, negar categorías o nociones que amarren el análisis a la idea de continuidad, de encontrar o establecer a como dé lugar el hilo conductor u umbilical de los objetos o fenómenos estudiados. Personalmente creo que Foucault no niega, eso no le interesa, sería tan igual como afirmar, más bien procede es fenomenológicamente, suspende, crea una nueva situación analítica de epojé restringida, para ver que arroja esa situación hipotética, que nuevos panoramas o detalles quedan al descubierto con sacar de escena una o varias de las categorías analíticas tradicionales. En la definición que cita Castro se habla de las condiciones de existencia de los discursos. Es decir que un discurso aparece y se despliega solo en un marco particular de condiciones de existencia.
Ahora bien, otra característica resaltante del análisis foucaultiano es su deriva categorial o nocional misma. A la par que avanza deja atrás, digamos metafóricamente, escaleras, las sustituye a la medida de sus nuevas necesidades analíticas, no se ata a absolutos en el terreno metodológico. Ejemplo de ello es como reemplaza la noción de episteme con la de dispositivo y esta a su vez por la de práctica. Es significativo eso de apartarse de la poderosa y hoy casi imprescindible noción de episteme, que marca rumbos muy precisos en el análisis discursivo. Foucault se aventura en su análisis arqueológico de lo discursivo en otras rutas. Penetra el terreno de lo no discursivo para desnudar o recrear lo discursivo. En el año 1970 (por cierto fecha coincidente con el taller donde surge, de boca de Piaget, la noción de transdisciplinariedad) Foucault (1970) en su lección inaugural del Colegio de Francia expresa una postura cautelosa antes las implicaciones de poder y saber de lo discursivo. Allí haciendo uso de una actitud genuinamente fenomenológica muestra sus dudas ante tradicional uso de la noción de autor. Al inicio de su discurso expresa:
Me hubiera gustado darme cuenta de que en el momento de ponerme a hablar ya me precedía una voz sin nombre desde hacía mucho tiempo: me habría bastado entonces con encadenar, proseguir la frase, introducirme sin ser advertido en sus intersticios, como si ella me hubiera hecho señas quedándose, un momento, interrumpida. No habría habido por tanto inicio; y en lugar de ser aquel de quien procede el discurso, yo sería más bien una pequeña laguna en el azar de su desarrollo, el punto de su desaparición posible. (Pág. En línea)
Sin embargo, ante ese deseo, aparentemente anárquico y quimérico, de desdibujarse el mismo como autor en medio del torrente discursivo, Foucault deja al descubierto como lo institucional emerge irónicamente como ente legitimador de lo discursivo. La institución aparece para instaurar un orden haciendo uso de su madeja de rituales y solemnidades determinando que es y no es en el marco del discurso. En este punto, por segunda vez invito a regresar sobre los pasos iniciales de estas apreciaciones y volver hacernos la pregunta: ¿cuáles son las vinculaciones del discurso transdisciplinario con el poder y sus instituciones?
        Siguiendo con el discurso de Foucault en 1970 este más adelante visualiza:
El deseo dice: «No querría tener que entrar yo mismo en este orden azaroso del discurso; no querría tener relación con cuanto hay en él de tajante y decisivo; querría que me rodeara como una transparencia apacible, profunda, indefinidamente abierta, en la que otros responderían a mi espera, y de la que brotarían las verdades, una a una; yo no tendría más que dejarme arrastrar, en él y por él, como algo abandonado, flotante y dichoso». Y la institución responde: «No hay por qué tener miedo de empezar; todos estamos aquí para mostrarte que el discurso está en el orden de las leyes, que desde hace mucho tiempo se vela por su aparición; que se le ha preparado un lugar que le honra pero que le desarma, y que, si consigue algún poder, es de nosotros y únicamente de nosotros de quien lo obtiene». (Pág. en línea)
Es decir que delante de un discurso equis, con pretensiones de vigencia social, siempre marcha una institución o la institucionalidad que lo legitima y a su vez tamiza y controla los poderes particulares de este discurso. Penetremos, como ejercicio analítico, el discurso de la transdisciplinariedad con los ejes sociales del saber y el poder en el ámbito universitario y visualizaremos sus poderes específicos y como la institucionalidad universitaria maniobra para conjurar su posible peligrosidad epistémica. Veremos como la controla o intenta controlarla.
       De entrada hay que decir que el discurso transdisciplinar tiene un campo de acción que es el científico, es allí donde nace, puede pasearse tácticamente por lo no científico, pero de un modo u otro regresa, por un asunto ontoteológico, a los predios legitimadores de la ciencia. De hecho los asuntos transdisciplinarios son cuestiones, hasta el momento, entre expertos disciplinares que intentan trascender sus limitaciones fronterizas. Esto deja a las claras que el discurso transdisciplinario se origina en el seno de la institución universitaria y por lo tanto es la universidad la institución que marca hasta ahora su legitimación.
Foucault plantea que en la producción social de los discursos existen procedimientos de control, selección y distribución. Los procedimientos de exclusión, de tipo externo al discurso, son los de prohibición, los de separación y rechazo y los de oposición entre lo verdadero y lo falso. Estos procedimientos se ejercen sobre el soporte institucional. Los de limitación, que se caracterizan por ser de tipo interno y dedicado a evitar lo azaroso en los asuntos discursivos, este tipo de procedimientos son el comentario, el autor y la organización de las disciplinas. Por último están los procedimientos que establecen las condiciones de uso de los discursos. Estos establecen las reglas y limitan la participación a un público restringido. Allí prevalece el ritual, las sociedades discursivas, las doctrinas y la adecuación social que se impone a través del aparato político-educativo. Todo esto lleva a derribar el mito de la naturalidad en la producción discursiva. Los discursos no emergen por generación espontánea, o las meras buenas o malas intenciones de sus autores, sino que su nacimiento responde a un conjunto de intereses. Los discursos son una realidad material. Entonces los discursos no pueden reducirse meramente a su labor transmisora y a lo explícito de su mensaje, sino que son atravesados en su generación y producción por los implacables ejes del saber y el poder, respondiendo a los intereses que se juegan en estos.
Ahora bien la producción y desarrollo del discurso transdisciplinario no ha estado exento de estos procedimientos, cabe entonces averiguar como vienen aplicándose estos. Hasta el momento las instituciones sociales que ha administrado la producción y distribución del discurso transdisciplinarios son de carácter internacional, en un panorama mediático, pero en verdad es la universidad quien lo hace. Parece ser lo obvio. Se trata de las disciplinas universitarias. Sin embargo los alcances y las pretensiones de lo transdisciplinario parecen superar los ámbitos de la academia superior, sus consecuencias y alcances buscan abarcar la actual sociedad entera occidental.
Ante esta respuesta a la pregunta con que iniciamos este ensayo, es necesario plantearse otra: ¿hay que dejar el discurso transdisciplinario en manos de la universidad? Dejarlo en las manos de lo que Foucault denomina: “…las «sociedades de discursos», cuyo cometido es conservar o producir discursos, pero para hacerlos circular en un espacio cerrado, distribuyéndolos nada más que según reglas estrictas y sin que los detentadores sean desposeídos de la función de distribución.” (Pág. en línea) Es claro cuando alerta incluso frente a pretendida inmunidad de algunos discursos, dice: “Pero que nadie se engañe; incluso en el orden del discurso verdadero, incluso en el orden del discurso publicado y libre de todo ritual, todavía se ejercen formas de apropiación del secreto y de la no intercambiabilidad.” (Pág. en línea) Foucault plantea algunas acciones de resistencia ante la acción hegemónica de las instituciones frente a los discursos. Para esto primero denuncia que bajo la veneración que en estos tiempos se hace del discurso se manifiesta un temor, una especie de logofobia, fobia muy bien apuntalada por la filosofía que surge en la historia para hacerle juego a todos los procedimientos de regulación discursiva:
Todo pasa como si prohibiciones, barreras, umbrales, límites, se dispusieran de manera que se domine, al menos en parte, la gran proliferación del discurso, de manera que su riqueza se aligere de la parte más peligrosa y que su desorden se organice según figuras que esquivan lo más incontrolable; todo pasa como si se hubiese querido borrar hasta las marcas de su irrupción en los juegos del pensamiento y de la lengua. Hay sin duda en nuestra sociedad, y me imagino que también en todas las otras, pero según un perfil y escansiones diferentes, una profunda logofilia [sic], una especie de sordo temor contra esos acontecimientos, contra esa masa de cosas dichas, contra la aparición de todos esos enunciados, contra todo lo que puede haber allí de violento, de discontinuo, de batallador, y también de desorden y de peligroso, contra ese gran murmullo incesante y desordenado de discurso. (Pág. en línea)
Para enfrentar esto propone una metodología basada en cuatro principios: trastocamiento, discontinuidad, especificidad y exterioridad. Cabe aplicarlos en una primera instancia al análisis del discurso transdisciplinario, un análisis de aguda tarea crítica de carácter genealógico. Es decir, visualizar el discurso transdisciplinario en su auténtica e inauténtica función de poder.

REFERENCIAS
Castro, Edgardo (2004) El vocabulario de Michel Foucault. [Página en línea], Disponible:
Foucault, Michel (1970) El orden del discurso. [Página en línea], Disponible:
Klein, Julie T. et al (2004) Transdisciplinariedad y Complejidad en el Análisis Social. [Página en línea], Disponible: http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001363/136367s.pdf
[Consulta 2013 Mayo, 16]
Nicolescu, Basarab (2006) Transdisciplinariedad: presente, pasado y futuro. [Página en línea], Disponible: http://www.cea.ucr.ac.cr/CTC2010/attachments/120_TransDBasarab1.pdf [Consulta 2013 Mayo, 16]
Imagen tomada de  http://www.altonivel.com.mx/mark-ryden,-un-provocador-en-el-surrealismo-pop.html