Msc. Rodríguez María Teresa
C.I. V-9693541
República Bolivariana de Venezuela
Universidad Nacional Experimental
“Rómulo Gallegos”
Área de Estudios de Postgrado
Doctorado en Ciencias de
la Educación
Facilitador: Dr. Alberto Torres
Semestre I. Sección 5.
INTRODUCCIÓN
La época actual y la del futuro,
más que ninguna otra, están signadas de grandes desafíos, producto del
imperativo impuesto por los cambios paradigmáticos, procesos ideológicos y
tecnologías emergentes. La Universidad,
considerada como una organización social por estar conformada por el sujeto
social en colectivo, debe cumplir con actividades y funciones que den respuesta
a esta serie de cambios enmarcados en una gestión que reafirme procesos de
investigación creativos y encaminados a la búsqueda del conocimiento y
soluciones efectivas a problemas que vive y afectan a la población venezolana en la actualidad.
Estas actividades deben conformar
un conjunto de lineamientos y procedimientos innovadores, con metas y objetivos claros que refuercen
las funciones fundamentales de formación e investigación impulsando la
modernización y la aplicación del conocimiento como
la nueva fuente de creación de valor y riqueza en los distintos mecanismos a
destacar; y es que es precisamente la investigación universitaria una de las
herramientas necesarias para llevar a la práctica todas estas estrategias que
nos ayudarán a enfrentar con mejor disposición este caudal de cambios
emergentes.
La
generación de valor agregado, vía conocimiento, es la innovación de hoy y la
mejora de los productos y servicios en las organizaciones proviene de la
inteligencia y la creatividad de las personas, que asertivamente orientados
lograrán reducir la brecha entre los problemas y los intereses y motivaciones de
los investigadores y otros actores del contexto en general.
GESTIÓN DE INVESTIGACIÓN
La
investigación es una de las actividades primordiales de la misión universitaria
toda vez que constituye un factor determinante en la actualización y profundización
del conocimiento. De allí que sea de relevante necesidad gestionar la
investigación científica de manera sistemática y continua, direccionada como
actividad transversal a otras funciones universitarias. Desafortunadamente, Venezuela carece de una cultura investigativa apoyada en una visión compartida del valor
estratégico de la investigación científica para el desarrollo sustentable del
país. La falta de consenso, entre los miembros de la comunidad académica,
acerca de la orientación que debe tener la actividad investigativa en la universidad genera dos tipos de
problemas. El primero tiene que ver con la definición de criterios reales para
establecer las prioridades de investigación pudiéndose apreciar dos tendencias
claramente definidas; la orientación academicista, según la cual la
investigación debe responder a los genuinos valores e intereses de la comunidad
científica, representada por los profesores; y la orientación utilitarista, la
cual plantea que la investigación debe responder a las necesidades del entorno
regional y nacional. El segundo tiene que ver con la definición de criterios
para asignar recursos financieros para la actividad de investigación.
Si
deseamos tener claro la esencia de lo que este término significa podemos
mencionar que la investigación es una actividad no rutinaria, sujeta a
incertidumbre en su desarrollo e implica
la existencia de un elemento de novedad que necesita una adecuación constante a
resultados.
La Asociación Venezolana de Gestión de
Investigación y Desarrollo – AVEGID
(2012), define la Gestión de Investigación, como
“el propiciar y motivar los procesos multidisciplinarios, interinstitucionales
y transdisciplinarios, de investigación científica y tecnológica de variada
naturaleza, así como la apropiada formación de recursos humanos en
investigación y desarrollo”(s/n).
Lo anteriormente descrito deja
en clara evidencia que la universidad está obligada a
desarrollar una actividad investigativa orientada tanto en función de las
necesidades internas de la institución como en consideración a las necesidades
del desarrollo económico-social, científico-tecnológico y ecológicamente
sustentable del país.
Además
cabe señalar que la gestión de investigación debe considerar el impacto de los
intereses individuales del investigador y el impacto de las exigencias de la
sociedad en materia de investigación, considerar también la aplicación de todo
el ciclo de la gestión de conocimiento, los conceptos de capital intelectual y
el conocimiento tanto tácito como explícito; a fin de valorar el conocimiento
en sus diversas formas y los actores involucrados en su producción, difusión y
uso; todo ello dentro de la investigación científica y la producción de
tecnología e innovación.
La Organización
de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), en el documento titulado
“Sociedad del saber y gestión de los conocimientos” (citado por Tenti, 2001), plantea que las instancias Producción, Mediación,
Uso y Aplicación para el logro de los objetivos, son elementos indispensables
para establecer la relación ciencia-sociedad.
El proceso
de producción implica la caracterización de la oferta de conocimientos
científicos y tecnológicos en función de su potencial de aplicación a diversas
problemáticas sociales, siendo los componentes de la dimensión producción
incluyentes de volumen, calidad y temáticas.
Con
la difusión se involucran las acciones de comunicación habituales que lleva a
cabo la propia comunidad científica, ya sea de las investigaciones realizadas y
sus resultados, así como también de los conocimientos científicos y
tecnológicos disponibles
El
uso, por su parte, se refiere a los mecanismos y estrategias institucionales con
miras a desarrollar una investigación pertinente a la resolución de la
problemática social, e incluso, las acciones previstas o puestas en práctica
conducentes a la interacción entre la universidad y el entorno.
Clemenza
y Ferrer (2006, s.p.), afirman que la gestión de la investigación universitaria
“es un proyecto de vida y es también uno de los primeros espacios que deben
transitar las nuevas generaciones; un trabajo por el cultivo de la ciencia y la
capitalización del ambiente social”, de allí que las universidades no solamente deben
encargarse de la creación, transmisión y difusión del conocimiento, sino que
deben insertarse en el desarrollo integral de la comunidad, donde la función
primordial de la educación universitaria es la formación del talento humano, la
generación de nuevos conocimientos y la conformación de nuevos valores sociales
que hacen posible la incorporación y difusión del progreso técnico, el impulso
a una producción competitiva y socialmente sustentable.
La investigación científica en las instituciones de
educación superior de Venezuela, se enfrenta a grandes retos como lo es la
insuficiencia de recursos, empobrecimiento de la actividad científica, la cual orienta a la fuga política integral
de desarrollo tecnológico autónomo donde se incluyan sistemas de gestión,
control y evaluación, el fenómeno mundial de la globalización,
ante la preeminencia del conocimiento como recurso fundamental para impulsar el
desarrollo y la revolución de la información y la comunicación.
De allí que
el proceso de transformaciones en las que nos encontramos inmersos actualmente
tenga importantes implicaciones que deben ser consideradas por la universidad
en su proceso de reforma. ntre ellas están:
1. Axiológicas, en tanto que supone el
surgimiento de una nueva escala de valores que reivindique la necesidad de la
convivencia humana en un mundo de solidaridad, bienestar social y paz.
2. Epistemológicas, en el sentido de la
consideración de nuevas formas de producir el conocimiento, distintas a las del
modelo clásico legado por la modernidad.
3. Ontológicas, en cuanto a la
concepción del tipo de hombre que demandan los nuevos tiempos, con una visión
sistémica de la realidad (todo está relacionado con todo), y pensamiento global.
4. Gerenciales, en el sentido del
desarrollo de un nuevo paradigma empresarial fundamentado en el aprendizaje
organizacional, el conocimiento como el principal recurso que agrega valor al
sistema productivo, la competitividad y la cooperación mutua.
Estos
cambios exigen no sólo adaptarse a una nueva situación, sino prepararse para
vivir en un equilibrio inestable; es decir, en un proceso de adaptación
permanente a las exigencias de un entorno cambiante y caótico. Ruiz Bolívar (2000).
Después de pasarnos por la realidad descrita, surge la
interrogante ¿Qué debería hacer la universidad para enfrentar con éxito los
nuevos retos que plantea la realidad económica, social, política y científico-tecnológica
de los actuales momentos? Para responder esta interrogante la universidad debe plantearse
un cambio con dos posibles escenarios: uno, referido a cambios, simples y
superficiales, donde la universidad adoptaría procedimientos, decisiones y
acciones inmersos en un largo proceso de auto-evaluación para tomar decisiones
sobre cambios que son obvios, tales como actualizar los planes de estudio de
carreras, diseñar nuevas carreras, mejorar la infraestructura física y
académica, actualizar normativas, mejorar la gestión gerencial y la eficiencia
del gasto, entre otros. El segundo
escenario está conformado por cambios
estructurales o cambios sustantivos y profundos, conducentes a una
verdadera transformación de las estructuras universitarias, en función de una
revisión actualizada y actualizable de la visión y la misión institucional. En
este segundo escenario se aspira que la universidad se someta a un proceso de
cambio planeado, con una visión de larga data, pero con objetivos y metas de
corto y mediano plazo. Esto supone poner en marcha un verdadero proceso de reingeniería,
en procura de transformar su cultura organizacional (valores, creencias,
actitudes, comportamientos); e incorporar progresivamente recursos a las
diferentes actividades de la universidad.
CONCLUSIONES
Debemos repensar nuestra
Universidad, para hacerla más nuestra y más útil a nuestro país, de manera tal
que sea instrumento de desarrollo científico y técnico y que ello redunde en un
mejor conocimiento de nuestras comunidades, recursos y limitaciones y así se
contribuya directa e indirectamente a democratizarla. Para ello es necesario un
proceso complejo, ligado a políticas estatales de definición de estrategias nacionales
e institucionales, relativas al desarrollo conjunto de la investigación.
Es
importante tener presente que, más allá del aspecto tecnológico, la
fundamentación de la transformación universitaria, depende básicamente de la
visión compartida que tengan los miembros de la comunidad académica acerca de
un nuevo modelo universitario que responda a las expectativas de cambio a que
aspira dicha comunicad, así como la sociedad global; el compromiso para su
instrumentación, asumido por los diferentes actores institucionales, orientados
por genuinos valores académicos; y las acciones estratégicas emprendidas por el
liderazgo universitario, como responsable de guiar el proceso de transformación.
La rigidez de la organización académico-administrativa impide tener una más
alta capacidad de respuesta para adaptarse a los nuevos cambios que plantea el
entorno. La eliminación de carreras que ya no se justifican, la incorporación
de nuevos programas de formación profesional, tener un intercambio más fluido y
cooperativo con el entorno redundará en una mayor integración en el
trabajo.
Existe
consenso entre los planificadores universitarios en cuanto a que existe más
personal del que se necesita para atender las diferentes funciones (académicas,
administrativas, servicios) de la universidad, lo cual produce un sesgo en la
distribución del presupuesto institucional, toda vez que la partida de recursos
humanos, en la mayoría de las universidades consume más del 80 % de los
recursos financieros asignados por el Estado. Si se destinará un mayor
porcentaje de los recursos
presupuestarios a la gestión de
investigación en lugar de una excesiva burocracia institucional, los
alcances en metas y logro de objetivos que enfrenten los cambios paradigmáticos
en auge en la actualidad serían invaluables.
.
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Imagen tomada de http://foroitinerantedeparticipacionpopular.blogspot.com/
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