Foucault, usos en educación

miércoles, 25 de agosto de 2010

DISEÑO DE INSTRUCCIÓN EN LA PLANIFICACIÓN DE LA ENSEÑANZA

Marcris Delgado*

Facilitador Dr. Freddy Contreras


En cualquier campo del saber humano, la planificación forma parte de la actividad cultural del hombre, desde el momento en que comienza a tener vida social organizada, como respuesta natural a las exigencias que su entorno le plantea en cuanto al modo de producción y reproducción del conocimiento, particularmente cuando imparte la enseñanza a sus semejantes, de tal manera, que se les garantice las mismas oportunidades de aprendizaje para el desarrollo de sus capacidades innatas.

Entendida dicha enseñanza como el proceso en el que participan individuos, desarrollado dentro y fuera de un aula de clase, dirigido al logro de objetivos previstos que se desean alcanzar con mayor o menor grado de planificación previa, definida como el conjunto de actividades por las cuales se prevé, selecciona y organiza los elementos de cada situación de enseñanza y aprendizaje a objeto de mejorar las condiciones en las cuales estos procesos se producen.

En este sentido, instruir a alguien es, enseñarle a participar en el proceso que hace posible el establecimiento del saber, es decir, se enseña para obtener un conocimiento, pues el saber es un proceso no un producto.

Por estas razones la planificación de la instrucción surge ante la necesidad que posee todo educador por racionalizar, sistematizar, ejecutar, orientar y evaluar toda acción educativa, así como, considerar la dificultad de llevarla a cabo de manera efectiva con la finalidad de diseñar y planificar la instrucción con base a sus objetivos fundamentales, tales como:

• Proporcionar una visión global detallada y racionalizada de la instrucción a través de las actividades de docentes y alumnos.

• Permitir la elaboración, implantación, evaluación sistemática y organizada de los diferentes planes y programas de un determinada área de estudio o disciplina.

• Tomar decisiones y evitar improvisaciones para hacer la enseñanza más eficiente y controlada.

• Conducir a los educandos con más seguridad hacia el logro de los objetivos instruccionales deseados en el proceso educativo.

• Establecer de manera clara y precisa los objetivos de la educación con base a las necesidades instruccionales de los alumnos según el curso o nivel al cual están dirigidos.

• Proporcionar orientación a la enseñanza y la continuidad del aprendizaje partiendo de las experiencias de los educandos, sus capacidades y posibilidades reales en el medio escolar.

• Disponer de recursos didácticos para alcanzar de manera efectiva los objetivos instruccionales propuestos durante el aprendizaje.

Estos hechos permiten reconocer la importancia de la planificación de la instrucción, vinculada a la posibilidad de ser utilizada como un conjunto de procedimientos didácticos, mediante los cuales se introduce una mayor organización y racionalización de actividades previstas para propiciar el logro de los fines y objetivos de la educación.

Es por ello que, la planificación de la instrucción debe realizarse de tal manera que proporcione direccionalidad al proceso educativo mediante el uso de técnicas, instrumentos y procedimientos, tales como, las taxonomías entre otros, que faciliten la labor pedagógica del docente permitiéndole establecer una relación equilibrada entre los fines, objetivos y medios a objeto de garantizar la eficiencia del proceso enseñanza – aprendizaje al constituir una vía, no sólo para el logro de los objetivos instruccionales propuestos sino al momento de impartir la instrucción.

En este orden de ideas el planeamiento de la instrucción constituye en la actualidad una actividad compleja, a veces monótona, tediosa y rutinaria para el educador por la forma como éste la ejecuta. Sin embargo, se ha podido comprobar que dicha dificultad está dada por la necesidad de emplear una técnica o instrumento (taxonomía) que le permita lograr una mejor representación de la realidad educativa del acto de instrucción.

Es por esto que, la planificación es una exigencia que se impone día a día en todas las actividades humanas, por lo que el trabajo docente no escapa de esta exigencia, máxime si se tienen en cuenta las consecuencias morales y sociales que ella implica.

*Estudiante de la Especialidad en Docencia Universitaria (UNERG, Venezuela)

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