Foucault, usos en educación

sábado, 28 de noviembre de 2009

AUSENCIA DE FACTORES MOTIVACIONALES EN LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA

María A. Rojas*


No es un secreto que la motivación por parte del personal docente hacia los estudiantes es un problema latente en el contexto de la educación y en todas las universidades del país, inclusive me atrevería a decir en el mundo, y el reconocimiento de los factores motivacionales vinculados al aprendizaje, su incidencia en la calidad y el rendimiento académico suele ser un aspecto que evidencia ideas y comportamientos contradictorios en la docencia universitaria.

De esta manera, los docentes reconocen que si el alumno no tiene interés o no está motivado para realizar determinados aprendizajes esto incide negativamente en el logro de los objetivos educativos propuestos. Incluso se reconoce frecuentemente que uno de los problemas que suelen movilizar intentos de innovación didáctica es justamente la desmotivación de los alumnos. Sin embargo, como profesores se puede afirmar que a la universidad los alumnos acuden porque quieren, nadie los obliga, han elegido lo que les gusta, etc. En mi opinión, estas ideas inciden, con significativa fuerza, en que los profesores no trabajen sobre los factores motivacionales ni consideren su influencia en el proceso de aprendizaje de los alumnos de tal manera de orientar la toma de decisiones en la enseñanza a partir de estos factores o como consecuencia de ellos; sino más bien se observa una resistencia fundamentalmente en los profesores que consideran que una buena enseñanza es consecuencia directa del manejo profundo de los contenidos.

Por otro lado, cuando hay interés y adecuada relación entre la nueva información y los esquemas previos de los alumnos el conocimiento se construye de forma significativa. El aula aparece como un contexto de negociación que se ve enriquecido si lo que se negocian son problemas que conecten los intereses de los alumnos con los contenidos a aprender.

Sin embargo, me parece con relación a los factores motivacionales, la incidencia del interés, la ansiedad o el miedo en la forma como los estudiantes abordan sus aprendizajes no es objeto de una reflexión más profunda por parte de los docentes en la universidad. Sin duda alguna, la motivación no es algo dado de una vez por todas sino que tiene un carácter dinámico que se va modificando a través del proceso y que se vincula fuertemente con la manera con la que el profesor presenta la tarea y, sobre todo, con la interpretación que hace el alumno de ésta en función de su auto-concepto académico o lo que los otros autores denominan teorías de la auto-eficacia.

Tomando en cuenta lo anterior es indispensable analizar detenidamente la congruencia entre las metas explícitas y la valoración que se hace del desempeño del alumno, repensar el grado de dificultad que supone la realización de las tareas que se proponen a los estudiantes, generar un clima propicio al trabajo cooperativo de tal manera de disminuir los riesgos o efectos negativos de la ansiedad, el miedo o la desconfianza son intervenciones pedagógicas posibles y deseables por parte de los docentes universitarios.

*Estudiante de la Especialización en Docencia Universitaria (UNERG; Venezuela)

Imagen tomada de http://www.uca.es/catedra/creacion-empresas/dinamizacionymotivaciondeequiposdetrabajo?set_language=en

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