AURISTELA
CASTRO BETANCOURT
Estudiante
del Doctorado en Ciencias de la Educación
Universidad
Rómulo Gallegos
Docente:
Dr. Alberto Torres
En mi primer
encuentro doctoral, de la mano del Dr. Alberto Torres quien nos
profundiza en el conocimiento productivo y significativo de la unidad
curricular Gestión Investigativa Fase de Indagación y Articulación,
he podido constatar que en el desarrollo de dicha discusión se
ejecutan interacciones entre los compañeros doctorantes del curso,
haciendo divulgación de un sin fin de conocimientos inherentes
propios de la multiplicidad de las relaciones constituidas en una
organización; es por ello, que en las últimas décadas, nuestra
sociedad ha entrado en un proceso acelerado de cambios que se
exterioriza en todos los ámbitos del acontecer político, social,
científico, cultural y educativo, donde la opinión más relevante
es que estamos viviendo el inicio de una nueva era universal, donde
la educación, el conocimiento y la información juegan un papel
central; reto que las instituciones de educación superior y en
particular la Universidad Latinoamericana, asume en la contribución
a la formulación de políticas transformadoras. En este sentido, a
las Universidades le corresponde la reorganización y flexibilización
de sus estructuras académicas, dado que es el centro de la actividad
intelectual superior.
Al analizar la
investigación universitaria latinoamericana, tomando en cuenta la
contextualidad actual de la educación, hay que renovar las formas de
aprehender la cuestión social, desde una postura epistémica
cualitativa, intersubjetiva y dialógica, inserto en las nuevas
concepciones de la Gerencia del conocimiento, el desarrollo
organizacional y la responsabilidad social de nuestra institución
universitaria. De esta manera, podemos contribuir a reformar una
organización universitaria éticamente inteligente, es aquí donde
la Gerencia del Conocimiento parte como proceso, el cual debe formar
parte de las actividades cotidianas de una organización y la
Universidad deberá transformarse para convertirse en una institución
con justicia social.
En la lectura de
Miguel Martínez M. Pensamiento Complejo, se entiende que el
pensamiento se toma de la conciencia de la patología contemporánea
y que sólo el pensamiento complejo nos permitiría civilizar nuestro
conocimiento, para así poder lograr fundamentar la transformación
universitaria que dependerá de una visión compartida que tengan los
miembros de la comunidad académica acerca de un nuevo modelo
universitario que responda a las expectativas de cambio a que aspira
la comunidad, así como la sociedad global; el compromiso para su
instrumentación, asumido por los diferentes actores institucionales,
orientados por genuinos valores académicos y las acciones
estratégicas emprendidas por el liderazgo universitario, como
responsable de guiar el proceso de transformación. Drucker nos
intimida con la atención a la productividad del conocimiento,
considerándolo como la única ventaja competitiva real, donde el
aporte principal para gestionar en el siglo XXI, es análogamente,
elevar la productividad del trabajo, del conocimiento y de quien
trabaja con él.
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