MARISELA ORTEGA*
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCApPBuEnCecNVksT2upFGdF-uPSg4V5MIQ0YKgrvvfSnq9p2KeNrnie9mhCtMTkYtS4LDshxF883kQP6gzaxd9AI0fya06gMKkQYHToNZeLQX9NA0TULWlt8iYDlaao5odMR9NUMA9uN7/s400/comunidad.jpg)
Así mismo, cabe destacar la interdependencia que los términos ética (valores), educación (aprendizaje) y comunidad (familia) tienen entre sí, cuando juntamos estos tres términos en un solo contexto, tenemos que la base de la sociedad es la familia, entonces, la cultura de la sociedad depende no solo de la educación sino de la formación de valores dentro del seno familiar, valores que permitan a los ciudadanos en su rol civil, ser capaces de dar respuesta a las necesidades de la comunidad de tal manera que puedan ofrecer calidad de vida a futuras generaciones.
Para que los docentes se comprometan con el logro de la ciudadanía en este sentido es necesario que sean capaces de adoptar una postura crítica en el nivel individual y en el nivel social, ya que todos somos miembros de una sociedad en que reina la injusticia y se practican la intolerancia y la violencia en todas sus formas; somos formados en ese contexto y tenemos preconceptos que dificultan el respeto y la consideración por el otro.
Debemos asumir como propia la responsabilidad de que cada alumno pueda sacar el máximo provecho de las oportunidades que el sistema educativo le brinda, despojándonos de todo resto de discriminación y fomentando la participación critica que tienda a la formación de ciudadanos que en el futuro puedan cumplir la utopia de integrar una comunidad de hombres libres e iguales.
*Estudiante de la Especialidad en Docencia Universitaria (UNERG, Venezuela)
No hay comentarios:
Publicar un comentario