Foucault, usos en educación

viernes, 23 de noviembre de 2012

LA NECESIDAD DE ESTIMULAR AL INVESTIGADOR EN VENEZUELA



Doctorado en Ciencias de la Educación Universidad Rómulo Gallegos
Facilitador: Dr. Alberto Torres
Participante: Msc. Kenia Daniela Cruz Cabrera
Materia: Gestión Investigativa
Sección: 5 Sabatino




Introducción

La formación de personal calificado al más alto nivel académico es fundamental, así como estimular y fortalecer la investigación científica para responder a los grandes retos en el futuro inmediato, ya que se ha establecido que ningún país del mundo se ha desarrollado sin investigación y sin el fortalecimiento de los cuadros profesionales que se requieren para su avance científico, tecnológico, industrial y cultural. En tal sentido mediante este ensayo se pretende conocer de que forma están siendo estimulados los investigadores en nuestro país, con el fin de lograr las investigaciones más pertinentes a la realidad social, política, económica y educativa de Venezuela.

En ejercicio realizado por Rondón, L (2007) basado en las estadísticas ofrecidas por UNESCO, Venezuela apenas cuenta con un 20% del promedio de los investigadores que en promedio tienen los países de América Latina.

Mientras que los países desarrollados tienen un promedio de 3.033 investigadores por cada millón de habitantes. En los países en vías de desarrollo hay 347, en América Latina 915 y en Venezuela 220. Al compararnos con países desarrollados que tienen en promedio 3.033 investig/millónHab y Venezuela 220 investig/millónHab y restando el valor promedio de estos países, el déficit que tenemos por cada millón de habitantes, es de 2.813 investigadores.
La situación descrita, favorece la aseveración inicial de que nos hemos ocupado poco de la investigación y que si queremos revertir esa situación, será necesario emprender una labor esmerada de concientización, apoyo, estimulo y motivación a los investigadores y a los potenciales, tanto del sector público como del sector privado, para construir las capacidades científicas y tecnológicas que nos permitirían alcanzar niveles superiores de desarrollo. 
El Programa de Promoción del Investigador (PPI) fue creado en 1990 para incentivar, apoyar y reconocer a nuestros investigadores con la intención de fortalecer la investigación científica en el país. Se estableció como una beca mensual cuyo monto dependía linealmente de la producción científica del investigador y que se sumaba a su sueldo normal. El PPI se convirtió en un símbolo de reconocimiento y de prestigio.
Hace 20 años los sueldos de los profesores universitarios en el país eran muy bajos y no resultaba muy atractivo dedicarse a la ciencia a menos de que fuese por vocación “divina”. Indudablemente la necesidad de tener un ingreso adicional era un incentivo para dedicarse seriamente a hacer investigación científica. Tristemente la situación de los bajos sueldos ha regresado. Lo que sugiere que en lugar de eliminar el PPI, como se pretende, se debería mejorar.
Antes de 1990 nuestra productividad científica como país en términos de artículos publicados en revistas indexadas en el Science Citation Index (SCI)
estaba alrededor de 500 artículos al año. Luego de la aparición del PPI y 20 años más tarde tenemos una producción científica alrededor de 1.300 artículos al año. En la década de los 90 el otro mecanismo creado para el fomento de la ciencia fue el financiamiento a grupos por parte del CONICIT alrededor del año 1995, pero los fondos llegaron a los investigadores al final de la década o a comienzos de los 2000.
Es importante resaltar que la motivación generada por el PPI no fue sólo monetaria. Sumada a ésta estuvo la moral, que resultó ser de mucha más trascendencia. Debido a los relativamente altos estándares exigidos en sus inicios el PPI se convirtió en un símbolo de reconocimiento y de prestigio. No pertenecer a él, aun en sus niveles bajos, implicaba simplemente no ser reconocido como un investigador científico que generaba conocimientos.
Se debe destacar el trabajo efectuado por el gobierno en los últimos años con la instrumentación de la nueva Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) y el interés de las universidades por responder a la situación descrita con la elaboración de nuevos proyectos e iniciativas de investigaciónTanto es así, que en los últimos años, ha ocurrido un aumento en la cantidad de investigadores acreditados, según cifras de la FVPI (2006) de que en el período 2002 – 2006 se han incorporado 772 investigadores por año.
Al analizar la situación de la investigación y los investigadores en términos de perspectivas, se podría pensar que la carrera de investigador científico se presenta no solo como una clara oportunidad de vida profesional, sino de formar parte de una red científica nacional e internacional que tiene la inmensa responsabilidad de trabajar por el verdadero bienestar de la población.
Es importante destacar que un científico: no es solo un investigador que maneja hechos y cifras de una manera rigurosa, sino que requiere de sí mismo mucho espíritu de aventura, una buena dosis de fantasía para intentar rutas desconocidas, mucho de esperanza como una fuerza motora y otra buena dosis de humor para manejar el día a día.

Conclusión:
Se puede concluir que existen suficientes razones para justificar y estimular la investigación en Venezuela. Ésta debe ser la base de la educación, pues enseña a pensar, a comprender y a crear nueva información, conocimientos y tecnologías. Permite, además, formar profesionales con creatividad y dispuestos a innovar.
El conocimiento, la información y las tecnologías generados a través de la investigación juegan un gran papel en el desarrollo integral del país; por lo tanto, debería existir una mayor articulación entre los organismos de ciencia y tecnología, las universidades, los investigadores y la comunidad. Para ello es necesario apoyar a los investigadores venezolanos en la difusión masiva de los resultados de sus investigaciones y brindarles las facilidades de acceso a las redes y sistemas de documentación científica nacional e internacional, además de la dotación tecnológica y económica que requieren los mismos para el desarrollo de las investigaciones.
Tenemos que reconocer que la ciencia no vive sus mejores días en el país, sin embargo sabemos que cada investigador se sigue esforzando, aunque sea individualmente en mantener vivo un proyecto, lo cual siempre es digno de admiración.

Referencias bibliográficas:
Rondón, M. (2007): Revista Ciencia y tecnología. Tips trying to raise numbers of researchers in Venezuela. Vol. 28 (2).Caracas.


Vásquez, E. Orta, R. (2006): La Investigación Universitaria. Estudio Diagnostico. Período 1995- 2005. Centro de Investigación y Evaluación Institucionales. UCAB.

Referencias electrónicas:
http: // www.revistaespacios.com/a07v28n02/07280271.html



miércoles, 7 de noviembre de 2012

VISIÓN DESDE UNA PERSPECTIVA EXTERNA DE LAS UNIVERSIDADES EN EL SIGLO XXI

AURISTELA CASTRO BETANCOURT


Estudiante del Doctorado en Ciencias de la Educación


Universidad Rómulo Gallegos

Docente: Dr. Alberto Torres
 


En mi primer encuentro doctoral, de la mano del Dr. Alberto Torres quien nos profundiza en el conocimiento productivo y significativo de la unidad curricular Gestión Investigativa Fase de Indagación y Articulación, he podido constatar que en el desarrollo de dicha discusión se ejecutan interacciones entre los compañeros doctorantes del curso, haciendo divulgación de un sin fin de conocimientos inherentes propios de la multiplicidad de las relaciones constituidas en una organización; es por ello, que en las últimas décadas, nuestra sociedad ha entrado en un proceso acelerado de cambios que se exterioriza en todos los ámbitos del acontecer político, social, científico, cultural y educativo, donde la opinión más relevante es que estamos viviendo el inicio de una nueva era universal, donde la educación, el conocimiento y la información juegan un papel central; reto que las instituciones de educación superior y en particular la Universidad Latinoamericana, asume en la contribución a la formulación de políticas transformadoras. En este sentido, a las Universidades le corresponde la reorganización y flexibilización de sus estructuras académicas, dado que es el centro de la actividad intelectual superior.
Al analizar la investigación universitaria latinoamericana, tomando en cuenta la contextualidad actual de la educación, hay que renovar las formas de aprehender la cuestión social, desde una postura epistémica cualitativa, intersubjetiva y dialógica, inserto en las nuevas concepciones de la Gerencia del conocimiento, el desarrollo organizacional y la responsabilidad social de nuestra institución universitaria. De esta manera, podemos contribuir a reformar una organización universitaria éticamente inteligente, es aquí donde la Gerencia del Conocimiento parte como proceso, el cual debe formar parte de las actividades cotidianas de una organización y la Universidad deberá transformarse para convertirse en una institución con justicia social.
En la lectura de Miguel Martínez M. Pensamiento Complejo, se entiende que el pensamiento se toma de la conciencia de la patología contemporánea y que sólo el pensamiento complejo nos permitiría civilizar nuestro conocimiento, para así poder lograr fundamentar la transformación universitaria que dependerá de una visión compartida que tengan los miembros de la comunidad académica acerca de un nuevo modelo universitario que responda a las expectativas de cambio a que aspira la comunidad, así como la sociedad global; el compromiso para su instrumentación, asumido por los diferentes actores institucionales, orientados por genuinos valores académicos y las acciones estratégicas emprendidas por el liderazgo universitario, como responsable de guiar el proceso de transformación. Drucker nos intimida con la atención a la productividad del conocimiento, considerándolo como la única ventaja competitiva real, donde el aporte principal para gestionar en el siglo XXI, es análogamente, elevar la productividad del trabajo, del conocimiento y de quien trabaja con él.